Takín: Características y Curiosidades
El takin (Budorcas taxicolor) es un animal increíblemente raro. Se parece a un íbice y a un buey, pero en realidad es un rumiante de pezuña hendida. Es difícil nombrar a los parientes más cercanos del takín: estos animales son únicos y distintivos. Incluso su hábitat son áreas silvestres aisladas, donde los takines están protegidos por la Lista Roja.
5 datos increíbles sobre el takin:
- Uno de los datos más interesantes sobre el takin es la forma en que se las arregla para mantenerse caliente en los gélidos entornos de montaña. Su gran hocico tiene una compleja red de cavidades sinusales para calentar el aire antes de que llegue a los pulmones. También les crece un grueso pelaje secundario para el invierno y se desprenden de él para el verano.
- Los machos adultos se llaman toros, las hembras adultas se llaman vacas y las crías de takín se llaman terneros.
- La sustancia aceitosa que segrega su piel les protege de la lluvia y la niebla. También les permite marcar su olor.
- Se ha teorizado que el vellocino de oro que se busca en el mito griego de Jasón y los Argonautas se inspiró en el takin dorado.
- El Takin es el animal nacional del Reino de Bután.
Origen de la Especie y Descripción
El takín (o taquín) es un raro animal de la familia de los Bóvidos. Se trata de una pareja de rumiantes con pezuñas, que se identifican por la estructura de sus cuernos, que son huecos pero fuertes debido a su estructura acanalada. Entre las especies más comunes de Bóvidos también se encuentran la gacela, el bisonte, el toro, el argalí, la cabra y la oveja.

Entre los takines se distinguen cuatro subespecies, según su área de distribución:
- B. taxicolor taxicolor
- B. taxicolor bedfordi (takin dorado)
- B. taxicolor tibetana (El takin de Sichuan o takin tibetano)
- B. taxicolor whitei
Los bóvidos son una familia bastante grande que incluye una gran variedad de especies. Desde el pequeño antílope dik-dik (o dic-dic), que apenas pesa 5 kg, hasta el bisonte, que puede pesar más de mil kilos. El takín también destaca en la familia de los animales con cuernos por su aspecto característico y su reducida área de distribución.
Suelen vivir en grandes zonas abiertas, como la sabana y la estepa. Estos animales se adaptan mejor a las carreras largas, prefieren permanecer en manadas y a veces son capaces de defenderse de los depredadores, utilizando sus fuertes cuernos y sus fuertes patas como armas.
El takín, como especie, se descubrió bastante tarde, hace aproximadamente un siglo y medio. Los naturalistas descubrieron primero los huesos de estos animales, que no pudieron identificar, antes de descubrir el animal.
Apariencia y Características
El Takín se parece a una vaca pequeña. La altura a la cruz alcanza los cien centímetros y los machos miden un máximo de 150 centímetros, sin incluir la cola. El Takin tiene un peso corporal de unos 300 kg, que es una constitución bastante fuerte para un animal pequeño.

Los takín tienen una cruz pronunciada, una espalda ligeramente caída y una grupa claramente visible. La cola del animal es muy corta, y recuerda más a las colas de las ovejas. El pelaje es largo, suave y tiene una capa interna gruesa y cálida. El color de los takines es degradado, rojizo claro o pálido. Puede ser ligeramente más claro o más oscuro en los lados más cercanos a la grupa. También hay manchas más oscuras en el hocico, las patas y el vientre del taquín.
Los takines tienen una cabeza enorme, que recuerda a la de los alces. Tiene una nariz grande con un cartílago voluminoso, grandes fosas nasales, boca ancha y grandes ojos negros. Las orejas son relativamente pequeñas pero móviles y también están densamente cubiertas de pelo.
Las hembras y los machos sólo se diferencian en el tamaño del cuerpo. Ambos tienen cuernos que se asemejan a los de los búfalos: muy juntos en la base y luego separados. En el centro, los cuernos son anchos y planos, cubren la frente y luego se curvan hacia arriba y hacia atrás.
Los takines tienen una espesa melena, que también se observa tanto en las hembras como en los machos. Suele ser un pelo fino y sedoso que cuelga del cuello y la mandíbula inferior. Las pezuñas del takín son anchas, con grandes excrecencias óseas. Las patas son fuertes, rectas y estables.
¿Dónde Habita el Takín?
Los takines están muy apegados al territorio en el que viven. Estos animales no suelen migrar, lo que dificulta su cría en cautividad.

En general, los takines se encuentran en los siguientes lugares:
- Noreste de la India;
- Nepal;
- Tíbet;
- China.
Los takines son más abundantes en la provincia china de Sichuan. Allí viven en una zona protegida que incluye un terreno montañoso rocoso y una densa selva tropical. Prefieren establecerse en las montañas, donde el bosque se une a los acantilados. Sus rebaños también pueden verse en las llanuras subalpinas y alpinas, donde hay pequeñas manchas de roca.
A los takines les encantan los matorrales de rododendro y los brotes de bambú duro. Soportan sin problemas las grandes altitudes, a menudo hasta los cinco mil metros sobre el nivel del mar. Durante la estación fría, los takines descienden de las montañas heladas a los bosques de las faldas, donde permanecen hasta la llegada del calor.
Su constitución corporal les hace estar perfectamente adaptados a vivir en diferentes zonas territoriales. Sus anchas pezuñas y fuertes patas les permiten trepar por rocas y acantilados inestables. Lentos pero de pequeño tamaño, se sienten cómodos en bosques densos y ciénagas.
Dato Importante
Los takines también se desenvuelven bien en los zoológicos. No son tan exigentes como, por ejemplo, el búfalo y algunos antílopes amantes del calor. Se adaptan bien tanto a los climas cálidos como al invierno.
¿Qué Come el Takín?
Los takines son rumiantes (herbívoros) que prefieren comer hierba verde, ramas de árboles jóvenes y hojas durante la estación cálida. La flora de alta montaña es muy diversa, por lo que desde la primavera hasta el otoño los takines tienen una dieta muy rica, que incluye más de 130 especies de plantas.
En invierno, los takines comen ramas, agujas de pino, hojas secas, bambú y rododendro. También utilizan sus anchas pezuñas para cavar a través de gruesas capas de nieve e incluso de la dura corteza de hielo para alcanzar las raíces y la hierba seca. El metabolismo de los takines se ralentiza durante el invierno, lo que les permite evitar la inanición.

Los takines son capaces de arrancar la corteza de los árboles jóvenes gracias a la estructura de sus mandíbulas. El extremo del hocico de los takines es un cartílago blando, similar al que se encuentra en los alces y en algunas razas de caballos. Les permite comer la corteza y los brotes de los árboles.
Dato Curioso
Los Takines pueden incluso ponerse de pie sobre sus patas traseras para alcanzar sus golosinas: hojas verdes y frutos que crecen por encima del suelo.
En los zoológicos, la dieta del takín es variada. Además de hierba joven y heno, se les da fruta, bayas y verduras, y se les añade salvado y vitaminas para que se mantengan sanos y tengan una larga vida.
Comportamiento y Estilo de Vida
Los takines son animales extremadamente tímidos, y por esta razón su comportamiento es el menos estudiado. Son activos sobre todo durante el día y al atardecer, cuando salen a las praderas abiertas para alimentarse.
Los takines se agrupan en pequeñas manadas de hasta diez animales. La manada tiene un líder masculino y una jerarquía femenina, pero el líder no expulsa a otros machos jóvenes. Los naturalistas han observado que los machos más viejos no se reproducen, sino que se alejan de la manada.

En invierno, las pequeñas manadas de takines se reúnen en grandes grupos. Así es como los animales huyen del frío y protegen colectivamente a sus crías. Rara vez se producen conflictos dentro de un grupo de takin: estos animales son pacíficos entre sí.
Dato Interesante
Aunque los takines parecen torpes y lentos, son capaces de trepar por zonas rocosas muy pequeñas para comer musgo o follaje joven.
Los takines no son intrínsecamente curiosos: los animales temerosos evitan lo desconocido. Sin embargo, en un zoológico, pueden acostumbrarse a los humanos, confundiéndolos con parte de la manada. Las hembras de takines que crían cachorros son a veces sorprendentemente combativas. Son capaces de atacar a posibles enemigos, defendiéndose con sus cuernos y pezuñas. Al mismo tiempo, los machos son mucho menos agresivos que las hembras y sólo realizan funciones reproductivas, sin defender a la manada de ninguna manera.
Reproducción y Crías
Durante la época de cría, los machos, que permanecen algo alejados de la manada, se unen a las hembras y se interesan por ellas. La época de reproducción suele ser en julio o agosto, dependiendo de la temperatura del aire. Los takines se reúnen en grandes manadas, compitiendo por los derechos de apareamiento.

Los machos de takín no son conflictivos, por lo que los enfrentamientos son extremadamente raros. A menudo se limitan a mugir unos a otros, o a chocar los cuernos más raramente, pero no escenifican largas escaramuzas. Los takines perdedores (generalmente machos jóvenes e inexpertos) se alejan de la manada de hembras y permanecen como espectadores.
Después del apareamiento, los machos permanecen solitarios. El embarazo dura unos ocho meses. La hembra da a luz una cría, menos a menudo dos, pero la segunda no suele sobrevivir en la naturaleza. Las crías nacen maduras e independientes. Al cabo de unas horas, están de pie y al día siguiente están jugando entre ellos.
Las crías se alimentan de la leche de la madre hasta las dos semanas de edad y luego cambian gradualmente al alimento vegetal. Sin embargo, la madre alimenta a las crías durante varios meses. Cuando los cachorros de takín han crecido, forman una “guardería” de la que se ocupa una hembra mayor. Las madres de estos cachorros se acercan entonces a sus crías para alimentarlas.
Enemigos Naturales del Takin
A la menor amenaza, el takin se esconde en los matorrales de bambú o sube a los acantilados. También muestran un comportamiento que no se observa en otros mamíferos de pezuña hendida: los takines tienden a esconderse. Estos animales se agazapan en la hierba alta o en los matorrales densos e hibernan, a la espera de que desaparezca un enemigo o una amenaza potencial. Incluso alargan el cuello y se tapan los ojos para que la posibilidad de ser detectados sea mínima.

Un Dato Interesante
Los nativos incluso tienen una broma de que puedes pisar un takin: estos grandes animales pueden ser tan invisibles.
Los takines viven en zonas de difícil acceso para los depredadores. El peor enemigo, que ha minado gravemente a la población takin, es el hombre. Las perturbaciones antropogénicas y la caza furtiva han llevado a estos animales al borde de la extinción. Pero hay una serie de depredadores a los que se enfrentan los takins.
Los tigres son bestias astutas y ágiles que son expertas en la caza de takines. Son capaces de olfatear a un takin al acecho tanto en las montañas como en el bosque. Sin embargo, los tigres no son capaces de mermar seriamente la población del takin, ya que prefieren cazar presas más accesibles territorialmente.
Los osos también son una amenaza menor para los takins. Son capaces de atacar a individuos viejos o jóvenes en terreno abierto, donde los takines de movimiento lento tienen pocas posibilidades de escapar. Pero los osos también son raros en su hábitat.
Población y Situación de la Especie
Los takines están en peligro de extinción. Desde su descubrimiento, han despertado un gran interés no sólo entre los naturalistas, sino también entre los cazadores salvajes. Los takines en su hábitat natural no cuentan con muchos individuos, pero a finales del siglo XX su número se redujo considerablemente.

Hay varias razones por las que la población del takin ha disminuido considerablemente:
- Los cazadores furtivos cazaban activamente a los takines porque se creía que sus órganos internos, su carne y sus cuernos tenían propiedades medicinales. Se comercializaban bien, lo que facilitaba una mayor caza de estos animales;
- La deforestación está afectando a la población del takín. El hecho es que estos animales están muy apegados a su hábitat y son reacios a abandonarlo. Por lo tanto, los takines suelen morir junto con el bosque talado, y también pierden una importante base de forraje debido a la destrucción de la vegetación;
- Cuando se descubrieron los takines como especie, se capturaron en grandes cantidades para los zoológicos. Allí no tenían acceso a condiciones de vida adecuadas y no se reproducían, lo que también afectaba al número de estos animales;
- Los takines son susceptibles a los cambios ambientales, por lo que la contaminación del aire afecta a su salud y longevidad. Los investigadores señalan que los takines se reproducen con menos facilidad en entornos contaminados.
Estos factores han contribuido a un importante descenso de la población de takin. Actualmente, el número de estos animales se está recuperando gracias a las oportunas medidas de conservación.
Protección del Takín
El takín está incluido en el Libro Rojo Internacional como especie rara. Los métodos de conservación de estos animales se aplicaron hace pocas décadas, pero han demostrado ser muy eficaces.
En primer lugar, el gobierno chino ha reconocido el takin como un bien del país, otorgándole a priori un estatus de conservación. La caza del takin está prohibida a nivel nacional y se castiga con penas de cárcel y multas.

La captura de takin para los zoológicos está prohibida. Algunos ejemplares se mantienen en zoológicos del extranjero en condiciones especiales que favorecen la cría efectiva de estos animales. Los takin en cautividad son vigilados por equipos de naturalistas que controlan los indicadores de salud de los animales.
En segundo lugar, las zonas en las que viven predominantemente los takines están reconocidas como zonas protegidas. Se ha evitado la deforestación y otras intervenciones antropogénicas, lo que ha contribuido en gran medida a la recuperación de la población de la especie.
Sin embargo, la tala industrial continúa, por lo que desde las zonas no protegidas, los takines siguen estando amenazados. Por ahora, su población es estable y estos increíbles animales pueden encontrarse incluso en los principales zoológicos del mundo.
El takin es un animal hermoso y sorprendente. Se espera que los zoológicos y los santuarios puedan restablecer la población de estos inusuales animales. La concienciación sobre la naturaleza y la prohibición de la deforestación en el hábitat del takin pueden resolver el problema de la extinción de estos animales.