Tuátara: Características y Curiosidades
Debido a que no es ni un lagarto ni un dinosaurio, el tuatara de Nueva Zelanda es uno de los pocos animales realmente únicos que quedan en el mundo. Estos reptiles se parecen a los lagartos, pero pertenecen a su propia clase y son los únicos miembros supervivientes de su orden taxonómico. Los científicos están muy interesados en estudiarlos porque pueden aportar información sobre la evolución de los lagartos y las serpientes actuales.
El tuátara se considera un reptil bastante raro, que pertenece a la antiquísima familia de los esfenodóntidos (Sphenodontidae) y también a la familia de los Rhynchocephalia.
Datos Curiosos sobre el Tuatara
- El nombre “tuatara” significa “picos en la espalda” en lengua maorí. Los maoríes son el pueblo indígena polinesio de Nueva Zelanda.
- Los tuataras son animales que han sobrevivido desde el periodo Triásico, hace unos 240 millones de años.
- Son los únicos miembros supervivientes del orden Rhynchocephalia.
- Las tuataras tienen un tercer ojo conocido como “ojo parietal” en la parte superior de la cabeza.
- La vida de un tuatara es de más de 60 años. Incluso hasta 100 años.
- Descripción del Tuátara
- Apariencia del Tuátara
- Comportamiento y Estilo de Vida
- ¿Cuánto Tiempo Vive un Tuátara?
- ¿Dónde Vive el Tuátara?
- ¿De qué se Alimenta el Tuátara?
- Reproducción y Crías
- Enemigos Naturales
- Población y Situación de la Especie
- Palabras Finales
- Video Minidocumental del Tuatara
- Preguntas Frecuentes (FAQs) del Tuatara
Descripción del Tuátara
Esta especie de reptil tiene un parecido con la especie común de lagarto de gran tamaño, por lo que se pueden confundir fácilmente. A pesar de ello, hay algunas diferencias que hacen que sea bastante fácil distinguir las dos especies. Los machos adultos ganan alrededor de un kilo, mientras que las hembras pesan casi la mitad.
Nombre Científico del Tuátara
El nombre científico de la tuátara es Sphenodon punctatus. “Sphenodon” tiene su origen en las palabras griegas “sphen”, que significa “cuña”, y “odon”, que significa “diente”. “Punctatus” es una palabra latina que significa “puntiagudo”.
Uno de los apodos del tuátara entre los científicos es el de “fósil viviente” por su falta de cambios evolutivos.
Apariencia del Tuátara
Estos miembros de la fauna pertenecen al orden esfenodontos (Sphenodon), y tienen un parecido con la iguana. Junto con la parte de la cola, los adultos alcanzan una longitud media de 0,7 metros. Las partes laterales del cuerpo se caracterizan por su coloración verde oliva o gris verdosa. Las extremidades tienen manchas amarillas, que varían de tamaño.
Una cresta baja recorre toda la superficie del lomo desde la cola hasta la cabeza, característica de la iguana. Esta cresta está formada por placas de forma triangular. Debido a esta cresta, el reptil tiene otro nombre, tuatara, que significa “espinoso”.
A pesar de que esta especie de reptil tiene muchas similitudes con los lagartos, a mediados del siglo XIX se atribuyó a esta especie la categoría de Rhynchocephalia, porque hay algunas características en la estructura del cuerpo, y en mayor medida con la estructura de la cabeza.
Las peculiaridades de la cabeza consisten sobre todo en la estructura del maxilar superior, que es más característica de los individuos más jóvenes. Además, la zona del fórnix craneal también se caracteriza por una cierta movilidad en relación con la cavidad cerebral.
Dato Curioso
¡Interesante punto! La presencia del efecto de movilidad craneal (Cinesis craneal) no es exclusiva del Tuátara; es inherente a otras especies de reptiles.
Esta peculiaridad de la inusual estructura del cráneo del tuátara se denomina cinismo craneal. El cinismo craneal consiste en que la parte delantera del maxilar superior puede doblarse ligeramente en dirección hacia abajo y también hacia atrás, con lo que el cráneo realiza en ese momento un movimiento muy complejo. Esta peculiaridad es el resultado de una adquisición genética del Crossopterygii, que se considera, aunque lejano, el ancestro del tuátara.
Las peculiaridades de la estructura fisiológica del reptil no terminan ahí. Hay que prestar especial atención al hecho de que el reptil tiene un órgano especial, que los expertos llaman el tercer ojo. Este órgano está situado en la parte posterior de la cabeza. Presencia especialmente notable del órgano en ejemplares jóvenes. En apariencia, el tercer ojo se asemeja a una mancha, descubierta por cualquier cosa, pero rodeada de escamas.
El órgano se caracteriza por la presencia de células fotosensibles, así como la presencia del cristalino del ojo, aunque los músculos responsables de la movilidad de este órgano están ausentes. En los adultos, este órgano es prácticamente invisible, ya que simplemente crece en exceso a medida que el individuo madura.
Comportamiento y Estilo de Vida
Estos reptiles prefieren llevar una vida activa a bajas temperaturas. La temperatura corporal normal del tuátara es de entre 20 y 23 grados centígrados. Durante el día, cuando hace calor en el exterior, estos reptiles se esconden en profundas madrigueras, pero con la llegada del frescor vespertino salen al suelo y van en busca de comida.
El tuátara no es muy ágil. Cabe destacar que es una de las pocas especies de reptiles que puede presumir de sus vocalizaciones. En las noches de niebla se escuchan los gritos roncos y afligidos del tuátara.
Dato Importante
Las peculiaridades del comportamiento de la tuatara radican en que, viviendo en territorios insulares junto a los petreles grises, la tuatara puede poblar masivamente los nidos de aves.
Con la llegada del frío otoñal, estos reptiles se preparan para la hibernación. Si el reptil es agarrado por la cola, ésta permanecerá, ya sea en las manos o en los dientes del depredador, permitiendo a el tuátara evadir a sus enemigos naturales.
También cabe destacar la capacidad de este reptil de aguantar la respiración durante casi una hora, por lo que se encuentra perfectamente en el agua.
¿Cuánto Tiempo Vive un Tuátara?
El desarrollo y el crecimiento del tuátara están directamente relacionados con el metabolismo, y es bastante lento. Esto también debe atribuirse a una de las características biológicas.
Después de nacer, las tuátara comienzan a reproducirse a los 15-20 años. En condiciones naturales, estos reptiles pueden vivir hasta cien años. Cabe destacar que, en cautividad, las tuátaras viven sólo la mitad de tiempo que muchas otras especies silvestres.
¿Dónde Vive el Tuátara?
Hasta el siglo XIV, el hábitat del tuátara se asociaba a la Isla Sur (Nueva Zelanda). Tras la llegada de la tribu maorí a la isla, relativamente rápido sólo quedaron recuerdos de esta población. En la Isla Norte (Nueva Zelanda) el reptil estuvo presente hasta principios del siglo XX.
En la actualidad, el hábitat del reptil se limita a las zonas insulares cercanas a Nueva Zelanda. Las zonas de hábitat de los reptiles se prepararon especialmente porque había que limpiarlas de varios depredadores.
¿De qué se Alimenta el Tuátara?
El tuátara, que vive en un entorno natural, tiene un excelente apetito. Su dieta consiste en una variedad de alimentos, incluyendo todo tipo de insectos, gusanos, arañas, caracoles, ranas, lagartos y pequeños roedores.
Los reptiles también arrasan los nidos de las aves comiendo los huevos o los polluelos recién nacidos. Pueden capturar pequeñas aves tragándose su presa casi entera, al igual que otras especies de presas, aunque el reptil tenga unos dientes bien desarrollados.
Reproducción y Crías
En el hemisferio sur, el verano está en su apogeo a finales del mes de enero. Es entonces cuando el tuátara comienza el proceso de cría.
Tras el proceso de fecundación, la hembra no pone huevos hasta el noveno o décimo mes. El número de huevos varía entre 8 y 15. Una vez que la hembra pone los huevos, los entierra en el suelo y en las piedras, tras lo cual se produce el proceso de incubación. En estas condiciones, el desarrollo de los embriones dura 15 meses, lo que es bastante comparado con otras especies de reptiles.
Dato Curioso
A una temperatura ambiente de unos 21 grados centígrados, nacen aproximadamente el mismo número de machos que de hembras.
En Wellington, una de las universidades más famosas, los científicos realizaron un interesante estudio cuyo objetivo era determinar el factor de la dependencia de la temperatura en el sexo de los ejemplares nacidos de los huevos. Los experimentos demostraron que a una temperatura de 18 grados nacían hembras, mientras que a una temperatura superior a 21 grados nacían machos.
Enemigos Naturales
El ácaro parásito Amblyomma sphenodonti está presente en el cuerpo del tuátara en todas las fases de desarrollo. Hace varios siglos, los enemigos naturales del tuátara estaban representados por depredadores salvajes que habitaban en zonas insulares cercanas a estos reptiles. Han causado un daño sustancial a las cifras de población. Estos depredadores no solo se alimentaban de los huevos puestos por las hembras, sino que también cazaban individuos jóvenes. Estos factores tuvieron un efecto negativo en la vida del tuátara.
Dato Curioso
Como la tasa metabólica de los tuátaras es considerablemente más lenta, respiran a un ritmo de una vez cada siete segundos.
En nuestro tiempo, el espacio vital de los tuátaras es controlado por los humanos con el fin de poblarlos con otras especies animales que puedan perjudicar a las poblaciones de estos singulares reptiles.
Para ver un tuátara en libertad, tendrás que obtener un permiso especial en forma de pase. El tuátara está actualmente incluida en la Lista Roja Internacional. Los expertos estiman que el número total de estos reptiles es de unos cien mil.
Población y Situación de la Especie
Este reptil se considera un miembro muy raro del entorno natural, con ancestros que habitaron nuestro planeta hace unos 200 millones de años. Hoy en día, este reptil sólo se encuentra en algunas zonas insulares y está increíblemente protegido.
Dato Curioso
Aunque su aspecto es similar al de las iguanas, tienen órganos internos parecidos a los de los peces, las serpientes o los cocodrilos.
Como ya se ha dicho, sólo hay unos cien mil reptiles en el planeta, y la mayor población se encuentra en la Stephen Island, cerca del estrecho de Cook. Allí se concentra casi la mitad de las tuátaras, que son unos 50 mil. En otros territorios insulares sólo hay unos pocos grupos con no más de 5 mil ejemplares.
El gobierno de Nueva Zelanda ha reconocido la singularidad de esta especie y la necesidad de protegerla. Estos reptiles se reproducen activamente en cautividad en el zoológico de Sydney, Australia.
Es un milagro que el reptil no haya desaparecido de la faz de la tierra, aunque es justo decir que su carne no es comestible y su piel tampoco tiene demanda comercial. Estos factores han contribuido positivamente a la conservación de la población mundial de tuátaras. En la actualidad, las poblaciones de tuátaras no están amenazadas por nada ni por nadie. El reptil se mantiene en cautividad, pero sólo en algunos zoológicos del mundo.
Hasta 1989, en los círculos profesionales se creía que sólo había una especie de este tipo en nuestro planeta. Sin embargo, el reputado profesor de la Victoria University, Charles Daugherty ha conseguido desmentir esta afirmación al demostrar que existe otra especie de tuátara que habita en el territorio insular de North Brother Island.
Palabras Finales
Cuanto más se aprende sobre las especies de fauna que viven en nuestro Planeta, más se empieza a maravillar de su enorme diversidad. A veces ni siquiera se sabe lo únicas que son algunas especies. Sólo cabe esperar que el hombre tome todas las medidas necesarias para garantizar la conservación de estas especies para las generaciones futuras. A pesar de los esfuerzos realizados por el hombre, esto no es prácticamente suficiente y muchas especies pueden desaparecer pronto de la faz de la tierra. Todos los factores negativos de influencia sobre el organismo vivo de la naturaleza se encuentran en la superficie, por lo que el hombre no tiene que esforzar su cerebro para definir estos factores. La mayoría de los factores tienen relación directa con la actividad vital del propio hombre.
El hecho es que el hombre se inmiscuye cada vez más en la naturaleza viva, causando daños a veces irreparables. Al explorar cada vez más nuevos territorios, la fauna no tiene más remedio que buscar nuevos hábitats. No todas las especies pueden adaptarse fácilmente a nuevos hábitats, y para algunas es casi imposible debido a su dieta. Como resultado, las poblaciones de animales, aves, reptiles, etc., están disminuyendo. Como todo en el entorno natural está interconectado, la cadena ecológica natural se interrumpe. El declive de algunas especies va seguido de un proceso natural de declive de otras especies. Cada especie tiene su propio lugar en esta cadena ecológica.
Uno quiere creer que el hombre no se quedará solo ante las condiciones naturales que perturban el ecosistema de la Tierra. Es poco probable que el hombre sobreviva y se enfrente a las consecuencias imprevisibles de su imprudencia. Por ello, el hombre debe prestar ya atención a su estilo de vida hiperactivo.